El Reino de Nájera I (918 – 1076).
En los siglos X y XI, en el período comprendido entre los años 918 y 1076, la Historia de España se desarrolla con especial interés en el valle del Ebro, desde Miranda hasta Tudela y la ciudad de Nájera se convirtió en el centro político más importante de la Reconquista.
Nace el reino de Nájera por la decisión de Sancho Garcés, rey de Pamplona, cuando el año 918, después de haber conquistado las fértiles tierras del Ebro, desde Miranda hasta Tudela, las entrega, en Pleno dominio, a su joven hijo García Sánchez. Cinco años después recuperado el Castillo de Nájera, le puso en esta fortaleza Casa y Corte y le asignó como consejero y tutor a su tío Jimeno. Al año siguiente, de 924, Abd Al-Rahmán III, el poderoso emir de Córdoba, arrasó Pamplona y quedó su rey sin Corte y la que fuera sede de los reyes pamploneses, relegada un par de siglos a un segundo lugar.
Enfermó Sancho Garcés y yendo de monasterio en monasterio, buscando su curación, murió el año 925. Le sucedió su hijo García Sánchez que reinaba ya en Nájera y amplió sus estados con las tierras de Pamplona. Así la dinastía pamplonesa se instaura en el Reino de Nájera en la persona de García Sánchez y tanto él como sus sucesores, hasta 1076, dicen en esccrituras y privilegios que reinan en Nájera y Pamplona. La Corte Reside en Nájera, y la referencia a Pamplona viene a ser una expreseión de reconocimiento del dominio y alcance de la jurisdicción real en las heredadas a la muerte del anterior monarca, su padre; pero la entidad política es el Reino de Nájera.
En esta primera etapa, del 918 al 1076 fueron Reyes de Nájera:
- García Sánchez (918-970)
- Sancho Garcés, Abarca (970-995)
- García Sánchez, el Temblón (995-1000)
- Sancho Garcés, el Mayor (1000-1035)
- García Sánchez el de Nájera (1035-1054)
- Sancho Garcés, el Noble (1054-1076).
El Reino de Nájera II (1076 – 1239).
Asesinado en Peñalén Sancho Garcés el Noble, empieza un segundo período en el que no existen Reyes de Nájera, salvo los años que lo rigió Sancho III el deseado, porque la soberanía es reclamada por los reyes descendientes de Sancho el Mayor en Castilla y Aragón y su territorio estuvo compartido, según la suerte de sus respectivos ejércitos, fijándose, por lo general, la frontera en la línea del Ebro, hasta que surge un tercero en discordia de la rama bastarda de Ramiro I de Aragón, García Ramírez el Restaurador como rey de Pamplona, si bien el Reino de Nájera subsistió como entidad política y así lo acreditan numerosos documentos que repiten las colecciones diplomáticas.
El Reino de Nájera siguió subsistiendo como entidad política, como un Estado más en el conjunto de los que regían los monarcas castellanos, y así lo acreditan numerosos documentos cuando expresan la fórmula de titulación de los Reyes de Castilla hasta 1239.
En cuanto a la ciudad de Nájera, va disminuyendo su protagonismo histórico de años atrás y su misión se engloba en el devenir del Reino de Castilla hasta que se alcance la unidad nacional y venga a caer en el anonimato general. Nájera figurará repetidamente en las páginas de la Historia, por su glorioso pasado, por sí misma al intervenir en acontecimientos nacionales y ser escenario principal de alguno de ellos o por los méritos de personajes de primera magnitud, como los López, Garcés, Sánchez, Díaz de Haro, Manrique de Lara y otros que ganaron fama y honores por sus hazañas y servicios.
En el reinado de Fernando III el Santo dejó de utilizarse “El Reino de Nájera” en las fórmulas de los escatocolos de las cartas y privilegios a partir de 1239, siendo su nombre reemplazado por los de otros reinos, ganados a los moros del Andalus, aunque se sobrentienda su existencia y pase a ser más tarde sustituido por el de Señorío de Nájera y Ducado de Nájera.
En este periódo se hallan comprendidos los reinados de Fernando:
- Fernando I de Castilla: 1033-1055.
- Alfonso VI: 1072-1076-1109.
- Urraca, esposa de Alfonso I de Aragón: 1109-1126.
- Alfonso VII el Emperador: 1126-1157.
- Sancho III el Deseado, rey de Nájera: 1157-1158.
- Alfonso V111 el Noble: 1158-1214.
Transcendencia Histórica del Reino de Nájera:
El Reino de Nájera, que tuvo por primer monarca a García Sánchez, adquirió una singular importancia con Sancho III el Mayor.
Este monarca llegó a dominar el tercio septentrional de la Península, desde el Atlántico al Mediterráneo, fue llamado justamente Rex Ibéricus, Rex totius Hispaniae y Rex Imperator, dividió sus Estados en vida y después de las tragedias de Atapuerca, en 1054, y de Peñalén, en 1076, Pamplona recobraría su condición de reino y lo mismo harían Castilla y Aragón, pero esto no significó la desaparición del Reino de Nájera, como acreditan las colecciones diplomáticas castellanas hasta 1239, en el reinado de Fernando III el Santo.
A la Curia de Nájera concurrían, llamados por su rey, los nobles, magnates y caballeros de sus extensos dominios y los obispos, abades y priores de Pamplona, Calahorra, Labourd, Valpuesta, Osma, Burgos, Oca, Silos, Álava, San Millán y Nájera.
Los obispos de Armentia y Valpuesta se integraron en el de Nájera, el de Calahorra se restableció después de la conquista de la ciudad, en 1045, por García el de Nájera, tuvo inmensa jurisdicción eclesiástica, de la que se desgajaron las diócesis de Guipúzcoa, Vizcaya y Alava, así como varias parroquias y monasterios se incorporaron a las de Osma y Burgos, a partir de 1851. Esta circunstancia revela la extraordinaria influencia en el orden espiritual que ejerció la Iglesia riojana en tan extensos territorios hasta mediados del siglo XIX.
El Fuero de Nájera, coetáneo del de León (1020), otorgado por Sancho III el Mayor, es el antecedente de numerosas cartas pueblas posteriores y del Fuero de Logroño de 1095, base éste de los de Navarra y el País Vasco.
Los códices Vigiliano, del 976, y Emilianense, de 994, contienen numerosos concilios y epístolas decreta les del derecho pontificio y en el territorio del Reino de Nájera se celebraron los famosos sínodos de 1067, 1143 y 1155.
El Ordenamiento de Nájera, promulgado en las Cortes de la ciudad, celebradas por Alfonso VII en 1137-1138, es el primer Código escrito medieval y fuente del de Alcalá y de otros posteriores.
Fueron fomentadas las peregrinaciones a Compostela, mejoraron sus monarcas los caminos, construyeron puentes, templos y alberguerías y con el apoyo que prestaron a los cluniacienses, abrogaron el rito mozárabe, sustituyéndolo por el romano (año 1067).
Sancho III acuñó moneda en Nájera, que fue así la primera ceca cristiana, y su hijo García fundó la Orden Militar de Terraza y desde su reinado estableció la costumbre del rezo de la Salve sabatina en el palacio real.
Entre las obras más importantes de la producción literaria del Reino de Nájera, además de las ya famosas citadas y procedentes de los escritores de San Millán y de Albelda, debemos recordar las Genealogías de Roda, la Hitación de Wamba y la Crónica Najerense.
Las relaciones políticas de sus monarcas y gobernantes no sólo afectaron a los Estados cristianos peninsulares y ultrapirenaicos, sino también a la España musulmana, mediante embajadas a Córdoba, treguas, paces y enlaces matrimoniales; García Sánchez, el primer rey de Nájera, era primo de Abd al-Rahmán III y el último califa Abd al-Rahmán «Sanchuelo» era hijo de Almanzor y de una princesa najerina llamada Abda e hija de Sancho Garcés II Abarca.
El Reino de Nájera” jugo un importante papel en la historia nacional, sabido es que con Sancho III alcanzó la extensión de sus dominios al tercio superior de la Península, desde el Duero al Cantábrico y del Atlántico al Mediterráneo; en el ámbito de la cultura representaron un papel primordial los Monasterios najerinos, entre otros los de San Millán, Santa María la Real, Valvanera y San Martín de Albelda; interesante en extremo es el papel de la Ruta jacobea en la difusión de la cultura y en las relaciones con los estados de la Europa Occidental y en el último término, del Reino de Nájera nacieron los de Aragón y Castilla, de cuya unión surgió el estado español.
Fuentes:
Historia de La Rioja (Vol.II)
Edad Media
El Reino de Nájera
Justiniano García Prado
( Doctor en Historia – Miembro numerario del Instituto de Estudios Riojanos Correspondiente de la Real Academia de la Historia)