Nájera en la historia

Historia de Nájera

La muy Noble y muy Leal Ciudad de Nájera por privilegio del rey Enrique IV concedido el año 1454, posee una rica y larga historia. Los hallazgos y estudios arqueológicos señalan una densa ocupación prehistórica en los cerros que bordean la ciudad actual y de los situados en su término municipal, desde la Edad de Bronce.

Durante la Edad de Hierro, se aprecia un continuado proceso de concentración de la población, que desembocará en la aparición de poblados más complejos, compuestos por viviendas rectangulares parcialmente excavadas en la roca. Estos poblados celtibéricos que encuentran los conquistadores romanos,  corresponden a los pobladores berones.

En el periodo romano, la Nájera actual formó parte de Tritium Magallum (Tricio), localidad situada a dos kilómetros, en la cual se han encontrado abundantes alfares y restos de Terra sigilata (Tritium Magallun es según los historiadores uno de los  enclaves mas importantes del período romano)

Bajo dominio musulmán se levanto el Castillo de la Mota, un castillo refugio en la cumbre del cerro que domina Nájera,  y que en los próximos años será plaza fundamental en el control de La Rioja Alta y de la frontera cristiana.

A la ciudad de Nájera los árabes le dan el nombre de “Náxara” (Lugar entre peñás o Lugar al mediodía) y a su río Nalia le llamarón Náxarilla.

Desde principios del siglo X se menciona Nájera en las narraciones sobre las continuas luchas entre moros y cristianos.

Reino de Nájera – Pamplona, 923-1076:

En el 923 el rey pamplonés Sancho Garcés I, en colaboración con Ordoño II de León, recupera Nájera y la Rioja Media y Alta, que deja bajo dominio de su hijo García Sánchez con la denominación de Reino de Nájera.

Tras la destrucción de Pamplona por Abderramán III en el 924 y la muerte de su padre al año siguiente, García Sánchez traslada su residencia a Nájera. Se denomina desde entonces rey de Nájera-Pamplona.

García Sánchez desarrolló una activa política de repoblación de los nuevos territorios y favoreció con cuantiosas donaciones a los monasterios de la zona, especialmente a San Millán de la Cogolla.

La misma política mantendrá durante los primeros años Sancho Garcés II (970 – 994), pero las campañas de Almanzor le obligarán, al igual que a su hijo García Sánchez II el Temblón (994 – 1004), a firmar capitulaciones y pagar tributos a Córdoba.

Con Sancho III el Mayor (1004 – 1035) el Reino de Nájera alcanza su mayor extensión, abarcando buena parte del tercio norte peninsular, desde Cataluña a Cantabria. Sancho III fue el gran impulsor de la ciudad de Nájera, donde celebró Cortes y otorgó el famoso fuero de Nájera, origen de la legislación navarra y base del derecho nacional. Favoreció las peregrinaciones a Santiago de Compostela, estableciendo albergues y hospitales, y convirtiendo a la ciudad de Nájera en punto clave de la ruta jacobea del Camino de Santiago.

 

Tras la muerte de Sancho III se reparte su Imperio entre sus hijos García Sánchez III de Navarra, Fernando I de Castilla, Ramiro I de Aragón y Gonzalo Sánchez, convirtiéndose Nájera en cuna de los reinos de Navarra, Castilla y Aragón, correspondiendo al primogénito, García Sánchez III (1035 – 1054), llamado el de Nájera por haber nacido y estar enterrado en la ciudad, los territorios patrimoniales de Nájera y Pamplona, así como la hegemonía política sobre los demás.

García el de Nájera extendió sus dominios por la Rioja Baja conquistando Calahorra a la taifa de Zaragoza, fundó el Monasterio de Santa María la Real como sede episcopal. También creó la orden de caballería de la Jarra o de la Terraza, la primera de entre los reinos cristianos peninsulares, y favoreció los escritorios monásticos de San Millán, Nájera y Albelda. Murió en la batalla de Atapuerca (Burgos) en lucha contra su hermano Fernando I de Castilla, en septiembre de 1054.

Le sucede Sancho IV el de Peñalén (1054- 1076), que culmina las obras de Santa María la Real. Unido a  Sancho Ramírez de Aragón, hizo frente a los intentos anexionistas del rey de castilla.

En 1067 se celebra en el monasterio el concilio en el que se acuerda la sustitución del rito mozárabe por el romano.

En junio de 1076, Sancho IV es víctima de una conjura política urdida por sus hermanos, cuando se distraía en una cacería. Su hermano Ramón le precipitó al vacío desde un barranco. Los conflictos que provoca este acontecimiento desembocan en la división del reino. La parte navarra quedó anexionada al Reino de Aragón.

En 1113 Alfonso I el Batallador sustituye a Diego López I de Haro en la tenencia de Nájera (por entonces, la principal ciudad de la actual región de La Rioja) y nombra en su lugar a Fortún Garcés Cajal, uno de los más fieles magnates del rey aragonés, que mantuvo el señorío de La Rioja hasta 1134

Tras la muerte del Batallador, Nájera, Calahorra y otros lugares fronterizos fueron incorporadas al reino de Castilla por Alfonso VI de León, que alegaba derechos hereditarios. Se pone fin de este modo al Reino de Nájera.

La ciudad de Nájera siguió jugando  un papel importante en la vida política y económica castellana y fue escenario de notables acontecimientos.

 

Otros acontecimientos importantes en la Historia de Nájera:

Estatua de Fernando III, el Santo.El 1 de mayo de 1218, doña Berenguela, apoyada por Lopez Díaz II de Haro, cede la corona de Castilla a su hijo Fernando III, el Santo. La coronación tiene lugar en Nájera, en el punto del paseo de San Julián señalado por el correspondiente monumento conmemorativo, donde anualmente la ciudad festeja el hecho con el Pregón del 1 de Mayo y escenificación de la coronación. (Fernando III ya había sido reconocido como rey de Castilla por dos veces. La primera, en la localidad palentina de Autillo de campos, el catorce de junio de 1217. La segunda, en Valladolid, el 2 de julio de 1217, donde recibió el apoyo de las “Cortes Castellanas”)

Nájera se vio envuelta en la lucha fraticida entre Pedro I el Cruel, y Enrique de Trastámara, el 3 de abril de 1367 en la “Batalla de Nájera” uno de los enfrentamientos armados más sangrientos. Pedro I, apoyado por las tropas inglesas mandadas por el Príncipe Negro, derrota a Enrique II. La ciudad sufre una dura represión que acentuará la fama de crueldad de Pedro I.

En 1438 Juan II de Castilla la honró con el título de Ciudad.

En 1454 Enrique IV de Castilla le concedió el apelativo de “Muy Noble y Muy Leal” .

En 1465 Enrique IV hace donación de la ciudad de Nájera, de su castillo y fortaleza, a Pedro Manrique de Lara, conde de Treviño, esta donación fue confirmada en 1482 por los Reyes Católicos, que le otorgaron además, el título de Duque de Nájera. Los Manrique de Lara serán firmes partidarios de Isabel I la Católica y posteriormente de su nieto Carlos I. Así lo demuestran durante la Guerra de las Comunidades.

En 1520 Nájera se suma al levantamiento comunero contra la política imperial de Carlos I. Los rebeldes toman el castillo de Malpica, asaltan el Alcázar y desde él bombardean la ciudad. El levantamiento es sofocado por las tropas de Antonio Manrique de Lara, segundo Duque de Nájera, a cuyo servicio se encontraba Iñigo de Oñez y Loyola.

Nájera recibió la visita de Carlos I el emperador en 1520, 1523 y 1542, y de su hijo Felipe II en 1592, de paso para las Cortes de Aragón en Tarazona.

Durante la Guerra de la Independencia Española contra las tropas de Napoleón fue ocupada por los franceses, que confiscaron bienes e impusieron fuertes contribuciones a los najerinos, saqueando cuanto de valor material y artístico hallaron en la ciudad, especialmente en el Monasterio de Santa María la Real.